Seguimos con las reflexiones en el marco del día internacional del agua. El Dr. Hugo Fernández, investigador de nuestro instituto nos comparte lo siguiente:
Un día especial este 22 de marzo que nos pide, nos exige, un minuto de reflexión. Hay un tema que no deja de sorprender a más de uno de los que trabajamos en estudios relacionados con el agua, desde lo ecosistémico para más precisión: Es la sorpresa ante el modo en que irrumpió esta “crisis del agua”. Pareció explotar en los mundos académico, político y mediático en el inicio del siglo XXI, casi de un día para el otro. Hay muchas lecturas de por qué esto fue así, porque si bien hubo advertencias durante el siglo pasado, reconozcámoslo, hoy encontramos a gestores y gobernantes alarmados, ciudadanos demandándola ansiosos y titulares hablando de hidrocidio, escasez, guerras por el agua, saqueos de acuíferos, etc. Pero, eso sí, sin respuestas aún de cómo llegamos a esta situación y lo peor es que estamos dando vueltas sobre el tema sin avanzar claramente hacia una salida.
El editorial de una prestigiosa revista (Nature Sustainability) en agosto de 2021 sostuvo que “algunos científicos han empezado a preguntarse si la investigación” -sobre el agua- “se ha estancado un poco”, acicateando al mundo de la investigación y, obviamente, generando la respuesta inmediata de un grupo de ellos en diciembre de ese mismo año. Allí señalaron, entre otras cosas, aspectos no considerados usualmente en nuestro trabajo en ecología de ecosistemas acuáticos sobre el condicionamiento de la investigación actual frente a relaciones de poder, efectos materiales y desiguales de los enfoques discursivos y metodológicos ante los que los científicos resisten. Urge prestar atención a una nueva política que incluya la pluralidad del agua para lograr transformaciones justas y sostenibles. La raíz de la crisis del agua reside más en la descontextualización del ciclo del agua para su uso intensivo que en los tecnicismos "escasez" y "contaminación" tan usados. Es decir que para entender realmente la problemática del agua debemos observarla como proceso, saliendo de la abstracción H2O en la que tan convenientemente fue encerrada para su manejo.
Alguien dijo que no se puede engañar al ciclo hidrológico, y el cambio climático hizo patente en nuestra cotidianeidad esta advertencia. Por lo tanto, a la falta de respuestas claras sobre cómo llegamos a esta situación, se le agregan modificadores climáticos que vuelven incierto el acceso al agua en varias partes del mundo.
Mientras tanto, nos queda pensar, además, cómo enseñamos a los más jóvenes a plantear abordajes que rompan con los que fracasaron hasta aquí, porque como se dijo no podemos encontrar soluciones a los problemas con la misma forma de pensar que los crearon.
Hugo R. Fernandez
