Institucional

Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia - IBN


 Las mujeres en la ciencia, muchas veces parecemos zombies, pero no necesariamente por lo agotador que puede ser el trabajo de investigación en sí, sino debido a que aún se torna extraña nuestra visibilidad en muchas áreas, llegando a ser casi un fenómeno extraordinario y de ficción..

Sin duda, reconocemos que estamos en una era de cambio donde nuestra voz (gracias a la ola feminista), se hace cada vez más fuerte, firme, potente y clara. Buscamos equidad y nuestro deseo es que esa equidad no tenga que ser algo batallado, sino que sea un derecho desde la infancia, donde las niñas tengan la oportunidad de desarrollar su curiosidad y espíritu aventurero al igual que los niños de su edad.  Que sean más visibles las referentes femeninas para que desde niñas sintamos que la ciencia también es un mundo posible para las mujeres y otras identidades no hegemónicas.

Hoy en conmemoración al día de la niña y la mujer en la ciencia, queremos compartir a las mujeres que hacen ciencia dentro de nuestro instituto. En el Instituto de Biodiversidad Neotropical, el 58 % de sus integrantes son mujeres: Virginia Abdala, Gabriela Fontanarosa, Regina Medina investigan la biología de vertebrados; Gabriela Cuezzo y María José Miranda estudian caracoles; Carolina Nieto, Celina Reynaga, Verónica Manzo, Paola Rueda, Silvana Gallegos, Paola Alberti y Alexandra Buitrago investigan insectos y sistemas acuáticos; Agustina Novillo estudia pequeños mamíferos; Lourdes Gultemiriam investiga la hidroquímica de los sistemas acuáticos y Luciana Cristóbal Sistemas de Información Geográfica.

 

Nuestro deseo más profundo es que las niñas puedan conocer todas las oportunidades posibles para que su investigadora interior sobreviva a los prejuicios y que si así lo desee, pueda crecer para estudiar los caracoles con los jugaba en el jardín, o entender los movimientos del salto de la ranita que vivía en el patio trasero de su casa, o responderse por qué el ratón se escondía en el pastizal de la casa de la abuela, o por qué los insectos tienen metamorfosis y vuelan.